Caballo Andaluz o Caballo español
El caballo andaluz es una raza de caballo española originaria de Andalucía. Se trata de un caballo ibérico de tipo barroco que está entre las razas equinas más antiguas del mundo. En España se le conoce comúnmente como "caballo español" y se le denomina oficialmente "Pura Raza Española" (PRE), porque se considera que el andaluz es el caballo español por antonomasia, a pesar de que existen muchas otras razas equinas españolas. Sin embargo en la mayoría de países recibe el nombre de "caballo andaluz". El caballo cartujano es una de las líneas de cría más importantes de esta raza.
En el siglo XVI Felipe II de España creó las Caballerizas Reales de Córdoba, donde agrupó los mejores sementales y yeguas de las provincias que bordean el Guadalquivir, siendo esta yeguada real el origen de la normalización de la raza. En 1605, Cervantes, en el capítulo XV de la primera parte del Quijote, hace alusión a la gallardía de las yeguas cordobesas con las siguientes palabras: "No se había curado Sancho de echar sueltas a Rocinante, seguro de que le conocía por tan manso y tan poco rijoso que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba no le hicieran tomar mal siniestro." La Fábula de Polifemo y Galatea de 1612 es un testimonio excepcional de la denominación histórica "caballo andaluz".
A lo largo de la historia el caballo andaluz ha tenido un papel fundamental en la formación de razas equinas europeas y americanas, como el caballo hispano-árabe, caballo hispano-bretón, los caballos de sangre caliente, el caballo frisón, el Lipizzano, el Kladruber, el Paso Fino, el Peruano de Paso, el Mustang, el Alter Real y el caballo lusitano.
Sus características físicas son las siguientes:
* Alzada o altura a la cruz entre 155 y 165 cm.
* Cuello fuerte y arqueado, cubierto de una crinera larga y colgante.
* Cabeza mediana y ligeramente convexa (cabeza de halcón).
* Ojos vivaces.
* Pecho amplio.
* Grupa redondeada y potente.
* Actualmente se admiten todos los colores de capa menos el pío, aunque en el pasado sólo se admitían el negro, el tordo y el castaño. El color más común es el tordo.
* Porte orgulloso y elegante.
* Armoniosas proporciones.
El caballo andaluz es fácil de montar, por lo que se utiliza como caballo de paseo. Se usa en las disciplinas de la doma clásica, doma vaquera y en el rejoneo. En la doma clásica destaca por su buena cabeza, excelente trote, buena reunión, piaffé y passage casi perfecto. Por el contrario, pierde mucho en alargamientos y paso.
La cría del caballo andaluz se centra en España, aunque existen buenas yeguadas por todo el mundo. El sistema de cría se basa en manadas de yeguas que viven sueltas en estado de semilibertad. Algunos potros son vendidos al destete y otros permanecen en la yeguada y empiezan a ser domados a los tres años. Las yeguas no se doman ni montan, pero sí participan en concursos de morfología.
En las yeguadas es frecuente que los machos lleven el nombre de la madre en masculino; por ejemplo, que el hijo de Vinatera se llame Vinatero. Sin embargo, a todas las hembras nacidas en la yeguada el mismo año, se les pone un nombre que empieza por la misma letra y que pueda utilizarse en masculino para los potros que nazcan de ellas.
Durante todo el año se realizan concursos morfológicos en que los caballos son juzgados por sexo y edad. Los ejemplares de ambos sexos participan en los concursos de manera individual, aunque las yeguas pueden participar en cobras. Además de a la morfología se da importancia a la funcionalidad. De hecho, el 25% de la nota de los machos de más de 4 años depende de una prueba de doma. Los ganadores de estos concursos quedan clasificados para la final del SICAB, que se disputa en noviembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. El SICAB es el acto más importante dentro del mundo del caballo andaluz. En él tiene lugar la final del Campeonato de España de Pura Raza Español, así como subastas, espectáculos, conferencias, etc.
En el siglo XVI Felipe II de España creó las Caballerizas Reales de Córdoba, donde agrupó los mejores sementales y yeguas de las provincias que bordean el Guadalquivir, siendo esta yeguada real el origen de la normalización de la raza. En 1605, Cervantes, en el capítulo XV de la primera parte del Quijote, hace alusión a la gallardía de las yeguas cordobesas con las siguientes palabras: "No se había curado Sancho de echar sueltas a Rocinante, seguro de que le conocía por tan manso y tan poco rijoso que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba no le hicieran tomar mal siniestro." La Fábula de Polifemo y Galatea de 1612 es un testimonio excepcional de la denominación histórica "caballo andaluz".
A lo largo de la historia el caballo andaluz ha tenido un papel fundamental en la formación de razas equinas europeas y americanas, como el caballo hispano-árabe, caballo hispano-bretón, los caballos de sangre caliente, el caballo frisón, el Lipizzano, el Kladruber, el Paso Fino, el Peruano de Paso, el Mustang, el Alter Real y el caballo lusitano.
Sus características físicas son las siguientes:
* Alzada o altura a la cruz entre 155 y 165 cm.
* Cuello fuerte y arqueado, cubierto de una crinera larga y colgante.
* Cabeza mediana y ligeramente convexa (cabeza de halcón).
* Ojos vivaces.
* Pecho amplio.
* Grupa redondeada y potente.
* Actualmente se admiten todos los colores de capa menos el pío, aunque en el pasado sólo se admitían el negro, el tordo y el castaño. El color más común es el tordo.
* Porte orgulloso y elegante.
* Armoniosas proporciones.
El caballo andaluz es fácil de montar, por lo que se utiliza como caballo de paseo. Se usa en las disciplinas de la doma clásica, doma vaquera y en el rejoneo. En la doma clásica destaca por su buena cabeza, excelente trote, buena reunión, piaffé y passage casi perfecto. Por el contrario, pierde mucho en alargamientos y paso.
La cría del caballo andaluz se centra en España, aunque existen buenas yeguadas por todo el mundo. El sistema de cría se basa en manadas de yeguas que viven sueltas en estado de semilibertad. Algunos potros son vendidos al destete y otros permanecen en la yeguada y empiezan a ser domados a los tres años. Las yeguas no se doman ni montan, pero sí participan en concursos de morfología.
En las yeguadas es frecuente que los machos lleven el nombre de la madre en masculino; por ejemplo, que el hijo de Vinatera se llame Vinatero. Sin embargo, a todas las hembras nacidas en la yeguada el mismo año, se les pone un nombre que empieza por la misma letra y que pueda utilizarse en masculino para los potros que nazcan de ellas.
Durante todo el año se realizan concursos morfológicos en que los caballos son juzgados por sexo y edad. Los ejemplares de ambos sexos participan en los concursos de manera individual, aunque las yeguas pueden participar en cobras. Además de a la morfología se da importancia a la funcionalidad. De hecho, el 25% de la nota de los machos de más de 4 años depende de una prueba de doma. Los ganadores de estos concursos quedan clasificados para la final del SICAB, que se disputa en noviembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. El SICAB es el acto más importante dentro del mundo del caballo andaluz. En él tiene lugar la final del Campeonato de España de Pura Raza Español, así como subastas, espectáculos, conferencias, etc.
src="http://pagead2.googlesyndication.com/pagead/show_ads.js">
Sitios Web Recomendados:
- cuidados de mascotas
- animales domesticos
- Medicina Natural
0 comentarios:
Publicar un comentario